No queda otra. Tengo que dispararle al payaso.
Ya dijo lo aquel, que " la vida lleva prisa y no espera nunca a nadie".
No puedo permitirme parar para tomar aliento, simplemente debo seguir sobrepasando el límite cada vez con menos aire, hasta ver qué tono de azul puedo llegar a coger por la falta de oxígeno.
Una bocanada rápida y a empezar otra vez,la siguiente con la cabeza sumergida en el agua, que antes era demasiado sencillo hacer trampas.
Lo siento payaso, eres tú o soy yo.
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
Hace 4 años