Y mientas el único caballero que se decidió a luchar contra los que creía que eran los monstruos que la apresaban, la princesa desesperadamente pedía auxilio desde el cautiverio de su mazmorra en lo alto de la pétrea torre, para que su desgracia fuera lo más creíble posible.
Entre tanto, se escabullía escaleras abajo para, en la oscuridad de los sótanos, "desnudar" sin escrúpulos su verdadera identidad. Otro monstruo más.
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
Hace 4 años