Mi soledad

Abandonada, sólo al principio, solitaria despues.

La soledad no es una maldición, es sólo otra opción. Una pequeña dama guerrera que lo aprendió por el camino rápido. Por fin alguien que me entendía.

Pero de repente todo cambió. Esto me ha partido por dentro y me ha quebrado, ensañándose, en tantos y tan pequeños pedazos que jamas intentaré siquiera reunirlos.

Por primera vez la oscuridad en la que me refugiaba me parece demasiado grande y,  creo, que jamás me atreveré a cruzar ese umbral de la soledad. Curiosamente si no es con tu silenciosa compañía, no es mi soledad.

A mi encantadora señorita

Hasta aquí llegó. Tenía que ser especial hasta el ultimo momento. Decidió aguantar hasta el 11 del 12 del 13. Una fecha ascendente que la ha hecho llegar a lo más alto, hasta el cielo, donde desde ahora tendrán la fortuna de tener que soportar ese cariño empalagoso, esa ternura sin limite, esa bondad que desprendía sobre cualquiera que quisiera acercarse a ella, fuera conocido o desconocido.

Llegó a nosotros por un fallo, por una simple mancha en la frente que la hacía no ser apta para la cría de su raza, pero que terminó determinando su vida. Leela se llamó por ese gran punto blanco redondo en su frente, al igual que la cíclope de Futurama.
Cordobesa, y como alguien me dijo una vez "de los pies a la cabeza, con mucha gracia y poca vergüenza" ( todo esto con acento cordobés).

Un animal que me enseñó que se puede ser lo más "mala sombra" del mundo siendo a la vez el ser más cálido y entrañable que haya tenido la suerte de conocer. De esencia sencilla, que no simple, quizás por eso la he admirado desde que llegó. El encanto de la sencillez, del que tanto me he cuidado siempre en mantener, ella lo desprendía sin proponérselo.

Desde entonces hemos compartido muchas cosas, momentos de complicidad que nadie ha llegado a entender. Mi eterna compañera en en aquellas interminables noches en vela, siempre he podido contar con su presencia, con sus pequeños pasos detrás de mi en la oscuridad de la noche, con la única intención de no estar sola, de que yo tampoco lo estuviera.
Desde hoy la lluvia no será lo mismo sin ella.

Finalmente hemos sabido lo que la ha hecho irse apagando. Un tumor, un maldito tumor, cobarde como alguien que le hace lo más rastrero a quien menos se lo merece, injusto, y que se ha escondido hasta que simplemente no quedaba más que buscar la causa al menos "para saber".

He leído cientos de veces en facebook esa frase recurrente que suelen poner donde dice "hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida". Lo que no dicen después, es que cuando te falte el resto de tu alma se perderá con ella.

Ella tenía su propia canción que la definía perfectamente. Una canción dulce como ella, que te hace sonreír porque te hace ver lo que se te venía encima, un torbellino de alegría que venía a por tí, y otra vez, y otra vez,There she goes...

Dale a un hombre una excusa para ser cobarde...

Y dejará de ser un hombre.

Con la tragedia de hoy del naufragio de la patera en Lampedusa se ha vuelto a poner de manifiesto lo peor, lo más bajo, lo que se encuentra en las catacumbas del ser humano.

Ha muerto más de un centenar de personas que se sepa hasta ahora y hay más de 200 desaparecidos. La mitad de esos muertos son mujeres y varios niños.

Lo duro de esta noticia es que han pasado varios barcos, pesqueros y otras embarcaciones de la zona, y no sólo no ha  ayudado a las victimas, sino que ni siquiera han avisado para que alguien pudiera hacerlo.

La excusa para eso ha sido que con leyes que puso en marcha Berlusconi, es delito ayudar a la inmigración, y eso podría haberse considerado ayuda.

Ahora imaginate que estás en la otra parte. Te ves obligado a huir de tu casa, porque en tu propia tierra eres un perseguido, no importa que seas un niño de 5 años, los conflictos bélicos no entienden de minucias. Huyes a donde sea para salvar la vida de tus hijos y te embarcas en un bote sin destino, y cuando ves que no vas a poder sobrevivir sin ayuda observas como los habitantes del sitio al que podrías llegar no sólo no te ayudan, sino que se quedan ahí, impasibles, sin decir nada, simplemente mirando como mueres, porque a fin de cuentas no van con ellos.

Aquí voy a poner unas palabras del Papa Francisco hace unos meses en otro naufragio en Italia, que bien sabe dios ( qué paradoja ) que no me gustan un pelo los religiosos ni nada que tenga que ver con ellos, pero de momento dice algunas cosas en los que otros no se han atrevido a meterse jamás, quizás porque no les importaba.

Esto decía: "¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas, por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos, por estos hombres que buscaban cualquier cosa para mantener a sus familias? Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto… La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia. Nos ha quitado la capacidad de llorar”

 Pero ¿ quién es el responsable de este comportamiento ? ¿el que promulgó una ley tan animal o aquellos que la cumplen sin el menor remordimiento de conciencia ?


A fin de cuentas estos hombres ya tenían su excusa para no hacer nada.




El reloj sigue contando...

Es curioso como, a veces, algo que en principio es un regalo, con el tiempo se convierte en la más terrible de las maldiciones.

Cuando eres joven quieres aprovechar el tiempo al máximo, el sueño más ligero jamás visto y la practicamente nula necesidad de dormir eran una bendición, que no te preguntabas cómo habían llegado hasta tí, pero tampoco reparabas en lo que acarrearían.

solía reirme de esas personas que se duermen y ya puede caerles una bomba a escasos centímetros de la cara, que simplemente se darán la vuelta y seguirán roncando.

Yo no tengo esa suerte. Con el tiempo todos envejecemos y cualquier persona se cansa más a lo largo del día, estás hecho polvo y sólo quieres descansar. Pero las cosas han cambiado, y entonces surge la tragedia.

Un niño es un pequeño ser con esa capacidad de dormirse un segundo después de haber dado el grito más aterrador que se ha escuchado nunca en mitad de la noche, pero yo no. Noche tras noche espero el momento en el que se oiga ese grito, o un "papá" desconsolado porque no encuentra el agua en la oscuridad o simplemente porque en el fragor de los sueños en un mal giro se ha dado un cabezazo con el cabecero de la cama.

Y cada noche es igual. Cada noche cuando me acuesto miro el reloj color rojo sangre proyectado en el techo (algo no muy acertado eso de tener el reloj delante de tus ojos toda la noche para alguien como yo ¿ autocastigo quizás? ), nervioso, calculando, intentando convencerme de que esta vez ese grito no será media hora después de haberme acostado, y podré, al menos, haber llegado a conciliar el sueño.

Porque después no hay vuelta atrás. La noche está rota. No entiendo cómo, estando cansado, con sueño, es imposible dormir. Y sabiendo que quedan varias horas para amanecer... los días que hay suerte sólo un par. los días jodidos más de las que duerme de media una persona al día. La maldición está echada.


Ya lo dice Rumplestiltskin, que toda magia conlleva su precio. Lo que antaño fuera algo fantástico, ahora se ha vuelto mi mayor terror. Y se repite cada noche, y se repetirá hasta el fin de los días, porque cada día irremediablemente lleva su noche.


Al menos sé que cada una que pasa me quedan menos para esas "mil noches en vela" que le cantaba Sabina a Chavela Vargas en el Boulevard de los sueños rotos, y si eso me hace tener su espíritu... que pase el siguiente.


Dispárale al payaso

No queda otra. Tengo que dispararle al payaso.

Ya dijo lo aquel, que " la vida lleva prisa y no espera nunca a nadie".

No puedo permitirme parar para tomar aliento, simplemente debo seguir sobrepasando el límite cada vez con menos aire, hasta ver qué tono de azul puedo llegar a coger por la falta de oxígeno.

Una bocanada rápida y a empezar otra vez,la siguiente con la cabeza sumergida en el agua, que antes era demasiado sencillo hacer trampas.

Lo siento payaso, eres tú o soy yo.


Para el que no conozca la continuación de la frase, dice así:

Si no puedes deslumbrar con brillanteces al menos desconcierta con gilipolleces

Puede que este blog no te deslumbre, pero... al menos habrás pasado un rato pensando hasta darte cuenta de lo que realmente soy