El encanto de la sencillez


Gracias a un comentario del chuso ( gracias por su visita , vuelva pronto ! ) he recordado una cosa que guardo celosamente en un lugar que siempre me acompaña.

He de decir que soy un poco, maniático, fetichista o como quieran llamarlo, pero hay ciertos objetos/cosas que siempre llevo y que me produce cierta inseguridad no llevar encima algunas veces. Esas cosas son el papelito del que hablé en el post anterior, una piedra de uno de los muros de Auschwitz y a lo que va dedicado esto, una poesía que me regaló alguien hace bastantes años. Una persona, perdida, dentro de algún cuerpo que ni sé ni me atrevo buscar.

La copio tal y como está, con su título, sus párrafos tal cual y unas frases finales de una canción que marcan mi vida




El hombre del niño con una lágrima seca de ámbar en su interior

Como todo lo bello se encuentra sin una previa búsqueda
te encontré, tan sólo, tan sólo te encontré,
en un lienzo trágico-cómico, un universo kafkiano
y desde entonces te tengo presente.

Todo un mago, escondido entre el breve y leve espacio
que frágil, late con vigor cuando mueren
las palabras y el silencio.

Justo en aquel lugar donde nace una sonrisa, que contamina,
escondida entre una maraña de sueños, abatidos, por
los rincones profundos de tus paraisos perdidos, siempre
ocultos en una lágrima seca de ámbar.

El señor del encanto de la sencillez, que aunque bastante
contenido en sus intentos, cálido espejo de recuerdos
imperecederos para visitar.

Pintor de maravillas, aunque algo para sus adentros,
tristeza que empaña pero no mata, bastón de
corazones rotos, estación con la que crecer.

Soñando despiertos, llenos de insólitos, de únicos amaneceres
pintorescos, imborrables. Una solución, un gramo de locura,
un tratamiento, otro gramo de cordura.

El refugio ante la desoladora tempestad, mientras
el tiempo, inadvertido, ignorado, transcurre
sin que ello importe.


¿Por qué me dices que soy tan raro?
Que todo salga mal
no es tan malo






¿Cúanto queda del niño de la lágrima de ámbar? Quizás... se lo llevó la tempestad

Para el que no conozca la continuación de la frase, dice así:

Si no puedes deslumbrar con brillanteces al menos desconcierta con gilipolleces

Puede que este blog no te deslumbre, pero... al menos habrás pasado un rato pensando hasta darte cuenta de lo que realmente soy