El honor de los malos


Katie collman no era más que una cría de 10 años de Crothersville ( Indiana ) a la que una buena tarde de 2005 enviaron a hacer recados a una tienda cercana.

Pero tuvo la mala fortuna de encontrarse con una imagen que ella no quería ver y que, seguramente, tampoco entendió demasiado. Pero aquella visión le costó la vida.

Anthony Stockelman, que así se llamaba el delincuente, se puso nervioso al darse cuenta que le habían visto con su cargamento de drogas en la mano y sólo se le ocurrió una solución, sin reparar en quién le ha visto, en si sabía lo que había visto o en si en realidad le importaba algo de lo que había visto.

Katie fue encontrada cinco días más tarde atada boca abajo en un arroyo. Y Anthony, tan valiente como siempre, al ser detenido y enjuiciado, se declaró culpable. No por honradez, cargo de conciencia o respeto, sino simplemente para evitar la pena de muerte. Esa oportunidad que él no concedió a Katie.

Pero ese crimen no fue olvidado por la mayoría y, a los pocos días de estar en prisión, los guardias se sorprendieron cuando vieron amanecer a Anthony de esta guisa.




Esto me trajo a la mente otro caso parecido en cuanto a reacciones.

Miguel Carcaño y sus "colegas" siguen riéndose de todo el mundo en relación a Marta del Castillo, cambiando declaraciones, negando algunas anteriores...

Pero algo cambió cuando entró en escena un personaje, uno de esos personajes peculiares del que nadie sabe nada hasta que aparece con toda su historia detrás.

Ahí apareció Dieguito "el malo". Hasta hace poco alguien bastante desapercibido para el común de la sociedad pero, parece ser, que la suya es palabra de Dios en cualquier cárcel española, y no sólo para los reclusos, sino para funcionarios, guardas,directores y todo aquel que por la circunstancia que sea se encuentra dentro de ese mundo.

Yo qué queréis que os diga, pero si a mi me tienen respeto en todas las cárceles ( suponiendo lo que habrá allí ) aún llamándome "Dieguito", tengo que ser alguien muy jodido. Pues nuestro amigo Dieguito les dedicó una carta a Miguel Carcaño & friends donde les dejaba las cosas muy claritas. Aquí dejo un par de fragmentos:

"no soportaréis lo que os espera en la cárcel, la condena del juez será un juego de niños al lado de la verdadera condena, la que incluso los violadores casi no pueden resistir - y eso sin haber matado-, que vendrá de la población reclusa”.

"Las voces de la población reclusa española llegan hasta mí desde el último rincón, porque mantengo contactos en todos los sitios dada mi antigüedad y amistades. Por eso os digo que sé que los presos han hecho este caso suyo, como si se tratase de una hermana, una hija, una compañera o una madre".

"El sufrimiento empezará con todo tipo de escupinazos hasta que entendáis que no podréis ni ir a cagar a gusto ni tan sólo uno de los miles de días y sus noches sin fin, con la asegurada enfermedad del sueño. Nada más ingresar, ¡arrodíllate y arrepiéntete! Por donde paséis, desearéis estar muertos. Espero que aceptéis mi consejo de inmediato para que su madre tenga los restos de su hija, porque luego será tarde. Mi opinión es que, sin cuerpo, tenéis los días contados”.





Ya me imagino la cara de los niñatos estos cuando la recibieran, como se les tuvo que borrar esa sonrisa de la cara de estar por encima de todo. De hecho Miguel Carcaño ya intentó suicidarse y, para su desgracia, no lo consiguió.


Incluso los peores presos repudian a estos engrendos que se burlan del dolor que han causado, así que ahora... les tocará recibirlo. ¿ Deberíamos estar en contra?

Para el que no conozca la continuación de la frase, dice así:

Si no puedes deslumbrar con brillanteces al menos desconcierta con gilipolleces

Puede que este blog no te deslumbre, pero... al menos habrás pasado un rato pensando hasta darte cuenta de lo que realmente soy