Cuando el alma se pudre

Eso es lo que pasa cuando las buenas obras no son rentables, al menos creo que eso ha ocurrido en la Obra Social de la Caixa, "el alma" de la Caixa, según rezaba el slogan.

Como todos los que entráis aquí alguna vez sabéis, soy conductor de la obra social de la Caixa, bueno, lo era, porque la Caixa ha decidido eliminar el proyecto.

Es curioso como para ser una "obra social", no le ha temblado el pulso para dejar en la calle a cientos de personas de una tacada. Estamos hablando de, por ejemplo, sólo en la provincia de Jaén, de 4 conductores y no estoy seguro si de 3 ó 4 monitores de los cursos.
Teniendo en cuenta que Jaén no es ni la provincia más poblada de España ni la más grande ( lo digo porque sé que en otros sitios había más trabajadores incluso) haced cuentas de cuántos se han quedado en la estacada... y no menos importante, a cuanta gente están dejando de ayudar desde principios de 2011.

Haciendo las cuentas rápidas yo tenía una media de 5 personas por curso ( en algunos 8 ó 9, en otros 3...), teniendo 6 cursos distintos cada 3 meses. Eso por los 4 años y 3 meses que he estado hacen aproximadamente un total de 400 personas. Y eso solamente yo. Multiplicad por ciento y pico conductores.

Y de esto no se ha hablado en ningún sitio ni ha aparecido en ningún medio de comunicación.

Hasta aquí todo eran números. Ahora viene la realidad.

Todo eso eran personas que, en mayor o menor medida NECESITABAN estos cursos. He visto personas que venían porque les quedaba un hueco en su apretada agenda de jubilados y he visto personas renacer con esto. Personas que llevaban encerradas en sus casas meses, incluso años, sin hablar con nadie porque no tienen familia o porque la tienen lejos o porque ni siquiera podían salir de su casa porque van en silla de ruedas. Mujeres a las que no les salía la voz del cuerpo y temblaban a cada paso que daban terminar en la fiesta del último día bailando y riendo a carcajada limpia.
Personas que pasaban sus días en residencias, cuya única ilusión era ver aparecer "el autobús azul". Ver gente mayor que está destrozada cómo cuida casi de forma maternal a una compañera aún más mayor aunque ésta esté mil veces mejor de salud.

Todo lo que había encima de esas cuatro ruedas era humanidad. Me han contado chistes, me han contado secretos, se han desahogado aprovechando que se montaban los/las primeros/as del turno para recomponerse justo antes de que se montara el siguiente, agradeciéndome mil veces cualquier mínimo gesto que yo hiciera por pequeño que fuera, ya fuera escucharlos, contarles historias o simplemente tender una mano para subir el último escalón.


En la lista de Schindler, Oskar Schindler al final de la película casi enloquece por no haber salvado a más personas, con tan poco para él como un alfiler de oro podía haber salvado otra vida, y otra, y otra...
Eso mismo me pregunto yo, a cuánta gente más podríamos haber ayudado sólo con otro curso más, otro año más...

No pretendo dármelas de ángel salvador ni mucho menos, porque en todo caso yo no sería más que otro de esos trabajadores de la fábrica de munición defectuosa al que han salvado durante un tiempo, sólo me planteo si no se podía haber hecho algo más. Esa es la palabra clave, MÁS.

yo también tengo mi particular lista, con todos los nombres guardados desde el primer día, aunque no me haga falta el papel porque recuerdo cada cara, y sobre todo cada gesto de todos y cada uno los que pasaron por ahí.

Me parece perfecto que haya diferentes proyectos en la Obra Social, pero eliminar algo así y poner muestras de maquetas de aviones... por un tiempo tuve fé en que la caixa fuera algo más que "un banco", pero no es así.


Sólo me queda que decir una cosa, que no por ser más conocida es menos real: quién salva una vida, salva al mundo entero.



Para el que no conozca la continuación de la frase, dice así:

Si no puedes deslumbrar con brillanteces al menos desconcierta con gilipolleces

Puede que este blog no te deslumbre, pero... al menos habrás pasado un rato pensando hasta darte cuenta de lo que realmente soy