Una historia sencilla...

Una fábula donde la realidad es sólo un mal cuento y el cuento una hermosa realidad.

Así podría definir esta película la cual, sólo con conocer su temática ( el holocausto), te haría borrar de la mente sentimientos que crees que debes descartar para verla. Alegría, ternura, imaginación...

Pero afortunada y sorprendentemente eso es justo lo contrario que ocurre a medida que vas viendo un sinfín de situaciones y ocurrencias a cada cual más desgraciadas pero que inevitablemente te hacen sonreir.

La primera frase de la película ya anticipa a lo que nos enfrentamos.


" Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor, y como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad. "



A estas alturas no creo que tenga que contarle a nadie de lo que va, porque si no la has visto es que has estado metido en un pozo los últimos 11 años. La finalidad de esta entrada es simplemente dedicarle una entrada a una de las mejores películas que he visto y que posiblemente veré en mi vida, o al menos la que más emociones y más contradictorias evoca por escena.

Aquel que me conozca sabe que soy un obsesionado por el tema de la II guerra mundial, Holocausto, y todo lo que sucedió en Europa en unos años nefastos para la humanidad, hasta tal punto de haber aprovechado la hasta ahora única oportunidad que he tenido de salir de España para visitar Polonia, y pasar un día en Auschwitz respirando un aire de la historia que te corta por dentro. Por ese conocimiento de hechos, vivencias e historias personales que intento atesorar de todo lo sucedido, quizás le tengo tanto respeto a esta película, históricamente ( en cuanto a fechas , detalles y demás) muy cuidada y a su capacidad para enseñar todo el horror que la rodea sin mostrar absolutamente nada.

Por todo lo que conlleva esta fábula, dolor, maravillas, una historia sencilla...

la vida es bella.